El sol caía en Madrid y una larga fila iba creciendo cada vez más junto al Palacio de Vistalegre. Compuesta en su gran mayoría por jóvenes, e incluso niños, la fila se llenaba de gente con un mismo objetivo: disfrutar del primer concierto de Chino y Nacho en España.
En torno a las nueve y media de la noche, el aforo de la sala San Miguel ya estaba completo. Minutos después saltaría al escenario Víctor Drija, el telonero de lujo de Chino y Nacho, que no defraudó a su público, acostumbrado a una voz impecable y unas coreografías vistosas con las que llena de color el escenario junto a sus bailarines.
Drija interpretó varios de sus éxitos, y terminó con su conocidísimo Un, dos tres, que el público coreó como si no hubiera mañana. El joven artista dejó a Chino y Nacho una sala llena y con muchas ganas de bailar, el nivel estaba alto, pero, como cabía esperar, el dúo supo mantenerlo.
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Via: Depelotis
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